Introducción
Muchos investigadores y ciudadanos pasan un tiempo importante
pensando sobre el futuro, sobre las condiciones y riesgos que están por venir,
sobre los nuevos retos que se van a plantear y la forma como deberemos
enfrentarlos para alcanzar nuevas posiciones estratégicas en los mercados
actuales y futuros.
Conocer el futuro es un problema complejo, pues exige saber
que está pasando en la actualidad con certeza y ver entre líneas los aspectos
emergentes, que pueden ser hoy sólo movimientos aparentemente pasajeros, pero que
no dimensionamos sus alcances o factores que los puedan potenciar. Mucho del
conocimiento que podamos tener del entorno no bastará para establecer un patrón
de conocimiento emergente que pueda revelar el misterio lo que puede pasar en
el mediano y largo plazo.
En este sentido, las organizaciones deben establecer
estrategias que permitan cada vez más avanzar en el conocimiento de su entorno,
buscando un recorrido perimetral completo que disminuya los puntos ciegos y
aumentar su capacidad de anticipación, toda vez que es de esta forma como puede
permanecer vigente y competitiva, aún frente a situaciones inesperadas.
Como quiera que el futuro, es una reflexión basada en
escenarios aún por conocer o mejor, situaciones que ya pasaron y no las vimos,
se hace necesario mantener en el radar una forma de afinar la revisión del
medio ambiente empresarial y las situaciones propias de cada organización, con
el fin de tener a la vista motivaciones y sugerencias que nos permitan ubicar
los riesgos y amenazas emergentes más relevantes y poder actuar en consecuencia.
Habida cuenta de lo anterior, utilizando los conocimientos y
estrategias fundadas en las relaciones humanas, asociadas con la forma de
ofrecer retroalimentación, como lo es la Ventaja de Johari, instrumento
ampliamente conocido en el ámbito social, buscaremos repensar los conceptos de
amenazas y riesgos emergentes en el contexto empresarial, para ofrecer una
nueva lectura de la Ventana de Johari, ahora como la Ventana de AREM (Amenazas
y Riesgos Emergentes).
Entendiendo la Ventana
de Johari
“Todos los seres humanos tenemos zonas abiertas, zonas
ocultas, zonas ciegas y zonas desconocidas. Mientras más amplia sea la zona
abierta, mayor es la apertura y transparencia que generamos cuando
interactuamos con los demás. Estas diferentes zonas fueron detalladas por los
psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham, que denominaron la Ventana de Johari,
como una estrategia para mejorar la comunicación a través de la cual una
persona da o recibe informaciones sobre sí misma o sobre otras personas.
La idea de usar este instrumento es alertar y tratar las
áreas ocultas y ciegas que son las que predominan en la relación interpersonal.
El área oculta es aquella donde hay elementos desconocidos por los demás y
conocidos por la persona, mientras el área ciega, es aquello que la persona no
conoce, pero es conocido por los demás.” (CANO 2013)
Conocido por la persona
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Desconocido por la persona
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Conocido por los demás
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AREA LIBRE
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AREA CIEGA
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Desconocido por los demás
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AREA
OCULTA
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AREA
DESCONOCIDA
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Tabla No.1 La Ventana
de Johari (Tomado de: FRITZEN 1987, pág. 9)
La ventana de Johari, detalla FRITZEN (pág.11), “trata de
explicar cómo deben procurar tolerarse mutuamente las diferencias en las
distintas áreas de nuestra personalidad, con el fin de mejorar las relaciones
interpersonales, a través del conocimiento de uno mismo y de los demás. (…)”.
Este instrumento abre la posibilidad para explorar campos desconocidos de
nuestro propio entorno que lleven a una mayor expansión del área libre, donde
podemos actuar y movilizarnos para hacer de nuestras relaciones con otros,
fuentes de ventaja emocional y empresarial, donde podemos construir propuestas
conjuntas y relaciones gana-gana que superen la lucha de egos y se privilegien
la suma de talentos y voluntades.
Así las cosas, la ventana de Johari es una forma para
aumentar nuestra transparencia en las comunicaciones, motivando la posibilidad
de aprender con los otros y recomponer el campo de las zonas grises de las
relaciones humanas, que en lugar de ser espacios para la confrontación y la
contienda, se conviertan en oportunidades concretas y confiables para que surja
la confianza, esa condición fundamental para hacer que las cosas pasen.
Las comunicaciones
entre empresa y entorno: riesgos, amenazas y oportunidades
Si bien la Ventaja de Johari es un instrumento propio de las
ciencias sociales, pensar en su aplicación a nivel empresarial resulta algo
extraño y hasta incómodo, toda vez que pensar en comprender la misma dinámica
entre la empresa y el entorno, como una persona y un grupo, puede ser algo inicialmente
inesperado, peligroso y retador.
En el mundo empresarial, los análisis de las oportunidades
de negocio siguen modelos establecidos y condiciones particulares que generan
informes tipo que responden más o menos a lo que los ejecutivos quieren
escuchar o entender. Rara vez, los informes de los analistas de entorno
sugieren elementos que no estén dentro de los parámetros propios de sus
pronósticos, como quiera que hacerlo, implica compromiso de su credibilidad y
debilitamiento de su imagen frente a las decisiones que los ejecutivos van a
tomar siguiendo sus reflexiones.
Así las cosas, comprender el entorno empresarial y revelar
los patrones de cambio que se avecinan, no es sólo un ejercicio de correlación
de eventos y datos acumulados durante mucho tiempo, sino de lanzarse a ver
aquellos “espacios en blanco” que sugieren los números, situaciones
excepcionales, condiciones límites, manifestaciones impropias y frecuentemente
peligrosas que permite a la empresa, cambiar las cosas y quebrar los lentes de
su inercia sectorial, para superar sus temores frente a la competencia y crear
una nueva realidad donde, como afirma REHN (2012, pag. 34), pocos se puedan
aventurar y donde sus técnicas de navegación mental ya no sean aplicables.
En este contexto, mientras más sea el conocimiento de la
empresa sobre sus capacidades y habilidades para comprometer y desestabilizar
su entorno, mayor será su fortaleza para transformar su ambiente y revelar las
nuevas condiciones, que cambien la manera de hacer las cosas. De igual forma,
cuando somos capaces de profundizar en las variaciones del entorno y prever nuevos
vectores de riesgos, estamos avanzando en una reflexión que le permite a la
empresa anticiparse y caminar sobre las aguas inciertas, con la vista en el
nuevo reto, que sabe que enfrentará y superará, pues ha visto sus
manifestaciones invisibles y advierte sus posibles impactos.
Por tanto, ante este escenario retador y de permanente
incertidumbre, se requiere, como afirma ÁLVAREZ DE MON (2009, pág. 18) “un
carácter decidido y resuelto, curtido en multitud de ocasiones, enfrentado a
dilemas críticos (…)” que permita a los ejecutivos de las empresas de hoy,
reconocer en la inestabilidad de los mercados, esa forma natural de “sentirse
perdido” como prerrequisito natural para encontrarse consigo mismo y descubrir
su auténtica realidad, esa que está más allá de los ejercicios de planeación
estratégica, que se esconde en la manera como la organización se relaciona con
su propia realidad, sin entrar como afirma ÁLVAREZ DE MON (idem, pág.19) en un
superávit de futuro que genere angustia e intranquilidad insoportable.
La ventana de AREM,
una lectura de la incertidumbre en las relaciones empresa y entorno
Modelar las relaciones emergentes del entorno de negocio es
una actividad que reta cualquier modelo de pronóstico disponible a la fecha,
pues tratar de representar la realidad futura con escenarios, siempre tendrá la
limitación de la variable que no se puede especificar. Sin embargo, tratar de
establecer un marco general de amenazas y riesgos emergentes (AREM), puede ser
una lectura que permita a las organizaciones clasificar mejor sus acciones y
tratar de equivocarse de manera diferente, motivando un “pensamiento peligroso”,
evoluciona desde los tradicionales riesgos conocidos hasta las propuestas con
momentos y condiciones inesperadas y desconocidas que, al contar con suficientes
enemigos o detractores (REHN 2012, pág.34), valga la pena el ejercicio de
oposición y crítica.
Así como, la Ventana de Johari, es un instrumento que nos
permite establecer estrategias para aumentar la zona libre, esa área de
conocimiento mutuo y convergencia de informaciones entre el yo y los demás, se
propone hacer una lectura equivalente entre la empresa y su entorno, con el fin
de crear un instrumento que mantenga en la mira de los ejecutivos de la
empresa, los diferentes tipos de riesgos y amenazas que debe atender si quiere
mantenerse vigente en su entorno.
En este sentido, se plantea la Ventana de AREM, como una
vista estratégica y táctica de actuación de los ejecutivos de la empresa, para
comprender los aspectos conocidos y desconocidos de sus capacidades
empresariales, en el contexto de aquellos riesgos y amenazas propias de su
entorno, así como de los vectores de inestabilidades emergentes que deben
identificar dentro y fuera de su realidad corporativa.
Siguiendo esta propuesta, se presenta a continuación la
Ventana de AREM que establece las diferentes zonas de alcance de las amenazas y
riesgos conocidos, focalizados, latentes y emeregentes como una forma de
motivar el análisis de los ejecutivos y provocar las ideas que “en tiempos de
guerra” permitan encontrar maneras de sobrevivir.
Conocido por la empresa
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Desconocido por la empresa
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Conocido por el entorno
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AMENAZAS Y
RIESGOS CONOCIDOS
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AMENAZAS Y
RIESGOS LATENTES
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Desconocido por el entorno
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AMENAZAS Y
RIESGOS FOCALIZADOS
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AMENAZAS Y
RIESGOS EMERGENTES
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Tabla No. 2. La
ventana de AREM
Las amenazas y riesgos conocidos son las situaciones
tradicionales que se presentan en la organización. Las típicas sesiones de
riesgos que buscan comprender que acciones se adelantan frente a temas como
fuga de información, errores y/o omisiones, multas y/o sanciones, pérdidas de
imagen, acceso no autorizado, pérdida de liquidez, inestabilidad de mercados,
entre otros que mantienen la operación de la empresa frente a condiciones que
se sabe conocidas y que exigen acciones permanentes para mantenerlas bajo
control y conocer qué hacer cuando alguno de ellos se materializa.
Las amenazas y riesgos latentes, son aquellas circunstancias
que se advierten en el entorno y que son generalmente desconocidas en el
contexto de negocio de las empresas. Dichas situaciones se manifiestan de
manera frecuente y son detectadas por los analistas empresariales, sugiriendo
patrones y condiciones particulares a través de la cual se pueden presentar. Su
comportamiento es asimétrico y genera ruido e incertidumbre en el entorno,
condiciones propias de una sorpresa predecible. Un ejemplo de esta realidad la
podemos asociar con los patrones de comportamiento que se identificaron con la
deuda inmobiliaria en los Estados Unidos de América que generó una crisis
interna con afectación internacional, la cual se advertía en los análisis de
los estudiosos de los mercados.
Las amenazas y riesgos focalizados, son situaciones propias
de una industria o sector de negocio, que afectan la competitividad y
posicionamiento de una empresa en un nicho específico. Son escenarios por lo
general desconocidos en el entorno, pero conocidos por la empresa, dado que
reconoce y sabe el comportamiento de su sector de negocio. Este tipo de
amenazas y riesgos focalizados, deben instar a los ejecutivos de la empresa a
estudiar de manera permanente los avances y novedades de su industria, para
identificar nuevas formas de hacerlas cosas y crear los escenarios donde su
empresa pueda movilizarse sobre las inestabilidades del sector y alcanzar una
posición privilegiada.
Finalmente y no menos importantes, las amenazas y riesgos
emergentes, esos momentos, ideas, propuestas de contextos que retan las capacidades
de la empresa y privilegian más las posibilidades que las probabilidades. En
este sentido, como afirman WESTERMAN y HUNTER (2009, pág.22) “las empresas
responden de manera más eficiente a los riesgos que entienden, por muy
impredecibles que sean, que a los que no entienden”. Así las cosas, situaciones
como las amenazas persistentes avanzadas y los ataques ciberterroristas, las
podríamos tipificar como condiciones básicas para pensar e investigar en
escenarios aún no conocidos, que suponen per se cambios y destrucción.
Revisando la ventana
de AREM: una lectura desde la inseguridad de la información
Los analistas de Mckinsey (BUGHIN, CHUI y MANYIKA 2013)
establecen diez tendencias emergentes que transformarán la vida personas y
empresarial en la próxima década. Dicha lista está conformada por las tecnologías sociales, aquellas que
potencian la interacción de los individuos y organizaciones en la red; el uso de grandes volúmenes de datos y su
respectiva analítica, con el fin de advertir patrones emergentes y
relaciones desconocidas reveladas a través de los datos; el internet de las cosas, como una nueva realidad extendida de la
red ahora en dispositivos cotidianos conectados a la red; la propuesta de “todo como un servicio” como una forma de
estandarizar todo aquello que podemos hacer desde recursos compartidos y
visibles en la red; la automatización del
conocimiento, que potencia a los trabajadores del conocimiento, que aumente
la productividad empresarial más allá de los patrones identificados en el
ejercicio de la analítica de los datos; la potenciación
del ciudadano digital, como factor diferenciador de un nativo digital
informado y dispuesto a transformar la manera de hacer las cosas; el quiebre de las fronteras entre lo físico y
lo virtual, como una renovación del espacio vital del ser humano, ahora con
experiencias diferentes y aumentadas de su realidad; la personalización y simplificación de los modelos de negocio basados en
la red, como una vista particularizada de intereses de los ciudadanos
digitales, clientes de nuevos bienes y servicios; la creación de mercados electrónicos dirigidos por las tendencias de
los nativos digitales que permiten la evolución de los sistemas pagos y
logística en el entorno digital y finalmente no menos importante, los impactos de los avances tecnológicos en
el gobierno, la educación y la salud, como forma de favorecer el producto
interno bruto de las naciones que desean ser parte de la realidad de un mundo
en línea y con límites desconocidos.
Revisando cada una de estas tendencias encontramos un común
denominador en cada una de ellas. Un elementos que permite cohesionar cada una
de ellas y diferenciarlas al mismo tiempo. Una fuente de oportunidades y
riesgos propios que busca crear una sensación de exclusividad para todos
aquellos que participan de un entorno digital, altamente interconectado, con
información instantánea y ahora en la nube. La información se convierte
entonces, en palabras de un académico colombiano, en el nuevo “petróleo del
siglo XXI”, una materia prima que está en capacidad de generar valor para aquellos
que logran transformarla en activos valiosos, por los cuales otros están
dispuestos a pagar.
Habida cuenta de lo anterior, es a través de la información
como las empresas logran superar sus miedos o potenciar sus temores. Es la
forma como cada una de ellas es capaz de tratarla, lo que hace que algunas se
ubiquen en lugares privilegiados y otras no. Por tanto, su inadecuado
tratamiento puede llevar a situaciones delicadas que deterioran su capacidad de
anticipar las amenazas y riesgos que afecten su operación o lo que es peor,
comprometan su futuro.
En razón con lo anterior, se hace necesario pensar de manera
diferente frente a los análisis de riesgos relacionados con la seguridad de la
información y motivar un ejercicio desde la Ventana de AREM que “luche contra
las tendencias profundamente arraigadas de nuestro pensamiento” (REHN 2012,
pág.64) para abrirle las puertas a las posibilidades, considerando, como afirma
TRUMP y KIYOSAKI (2013, pág.206) tanto a la empresa como su entorno “tu propia
escuela de negocios y programa de desarrollo personal”.
La ventana de AREM leída en clave de la inseguridad de la
información, es una herramienta de pensamiento lateral (DE BONO 2006), que
deben ser animada por el cuestionamiento de las suposiciones, hacer las
preguntas correctas, intentar nuevos marcos o puntos de vista (aún suenen
descabellados) y motivar un análisis lógico y disciplinado del razonamiento que
interrogue la solución cómoda y conocida, para entender aquello que está en el
campo de las posibilidades y no en el de las probabilidades.
Reflexiones finales
Anota ÁLVAREZ DE MON (2009, pág.18) “las cumbres del
espíritu humano han sido conquistadas a base de ensayo y error. (…) un
itinerario que dista mucho de ser sencillo. (…)”, palabras que recogen muy bien
las reflexiones que se han planteado alrededor del ejercicio de tratar de
aventurarnos en las aguas de la incertidumbre. No podemos negar que nuestro
conocimiento finito e incipiente de la realidad nos margina muchas veces de
nuevas oportunidades para crear activos claves que representen valor y
beneficio para un tercero.
Sin perjuicio de lo anterior, existen iniciativas que buscan
enfrentarse al reto de entender las condiciones del entorno, aun sabiendo que
para sobrevivir en un sector de negocios, se requiere como afirma TRUMP y
KIYOSAKI (2013, pág.228-229) “aprender de distintos temas y hacerlo con rapidez”,
so pena de ser arrasados por la constante variación de los mercados y de los
sectores de negocio. En este sentido, la ventana de AREM, es una propuesta
novedosa que busca motivar a los ejecutivos para pensar sobre aquello que
conocen y desconocen, una apuesta para detallar y profundizar la misión
empresarial que los moviliza para crear las condiciones de operación que les
permita “caminar sobre las aguas” de la inestabilidad y no morir en el intento.
De igual forma, la ventana de AREM es una forma de nunca subestimar
las condiciones asimétricas de la inseguridad de la información, sino más bien,
de pensar en los detalles que implican su entendimiento, la mente de los
atacantes, las relaciones propias entre la tecnología, los procesos y las
personas, las vulnerabilidades latentes, que no marginan el conocimiento de los
actores de la organización, sino que potencian sus reflexiones para crear un
vitrina de aprendizaje y desaprendizaje que hablan de una empresa resistente a
la fallas no por excepción, sino por convicción.
Si en el ejercicio de proteger los activos de información de
la empresa, los ejecutivos y el responsable de seguridad se concentran en los mecanismos
de prevención y control, no estarán actuando en el escenario real de su entorno
y el ejercicio de la ventana de AREM será marginado a listas de chequeo que no
desarrollarán su capacidad preventiva. Mientras, si estos actores se enfocan en
el conocimiento abierto y concreto de su escenario de amenazas y riesgos
emergentes, con una vista diligente y creativa, estaremos creando un activo
intangible de protección que está más allá de una estrategia de seguridad de la
información, una capacidad de actuación que moviliza decisiones sencillas y
ejecutables.
Recuerde que en la era de la información y el conocimiento,
afirman TRUMP y KIYOSAKI (idem, pág.253) “no es la velocidad de las líneas de
ensamblaje la clave del éxito, sino la velocidad y la alta calidad con que el
pensamiento humano trabaja para alcanzar un objetivo común”, por tanto que la
ventana de AREM, se transforme poco a poco en esa forma de ver en el margen de
las hojas y la excusa para detectar los detalles que hacen la diferencia,
cuando nuestro pensamiento insista en retornar a su zona de confort.
Referencia
TRUMP, D. y KIYOSAKI, R. (2013) El toque de Midas. Por qué algunos empresarios se hacen ricos, pero la
mayoría no. Ed. Aguilar.
FRITZEN, S. (1987) La
ventana de Johari. Ejercicios de dinámica de grupo, de relaciones humanas y de
sensibilización. Sal
Terrae.
BUGHIN, J. ,
CHUI, M. y MANYIKA, J. (2013) Ten IT-enabled business trends for the decade
ahead. Mckinsey Quarterly. May.
Disponible en: http://www.mckinsey.com/insights/high_tech_telecoms_internet/ten_it-enabled_business_trends_for_the_decade_ahead
(Consultado: 3-06-2013)
ÁLVAREZ DE MON, S. (2009) Incertidumbre, hábitat natural del
directivo. IESEInsight. No.1. Segundo
trimestre.
WESTERMAN, G. y HUNTER, R. (2009) Hable un idioma común
sobre el riesgo en TI. IESEInsight.
No.1. Segundo trimestre.
REHN, A. (2012) Ideas
peligrosas. Cuando el pensamiento provocador se convierte en el activo más
valioso. Pearson.
CANO, J. (2013) Comunicación con DIOS. Frase de la Semana. Disponible en: http://frasedelaseman.blogspot.com/2013/05/comunicacion-con-dios.html
(Consultado: 3-06-2013)
DE BONO, E. (2006) El Pensamiento Lateral.
Editorial Paidós Ibérica S.A.
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