Introducción
Considerando la
digitalización acelerada de la sociedad y las exigencias de los clientes por
nuevos servicios y posibilidades, las organizaciones requieren cambiar de igual
forma para estar a tono con esta nueva realidad. Ahora más que nunca las
tendencias, las actitudes, los comportamientos y las necesidades de las
personas, cobran mayor relevancia, toda vez que éstas manifiestan sus
requerimientos a través de medios informáticos, los cuales deben ser capturados
y potenciados por aquellos que están preparados para este reto.
En este
sentido, la velocidad de los negocios cambia de manera dramática, lo cual
establece un reto para la junta directiva: leer el entorno y responder tan
rápido como sea posible, bien para crear una nueva ventaja diferencial, o
desarrollar una novedad disruptiva que cambien la forma de hacer los negocios
en su sector.
Todo esto es
posible si la información que se tiene disponible se puede aprovechar, no
solamente para ver los patrones del entorno, sino para modelar nuevos o
dimensionar lecturas alternativas que permitan, una ventana de innovación
consistente y permanente que mantenga quiebres constantes en aquellos que
definen la visión de las empresas.
Si lo anterior
es correcto, las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) son
elementos fundamentales para movilizar los esfuerzos requeridos en la
transformación de las capacidades de los negocios y articular las actividades
cotidianas de la empresa, haciendo más agiles sus procesos, motivando nuevas
competencias en las personas e incorporando herramientas tecnológicas que
desarrollen un ecosistema tecnológico alineado con los objetivos corporativos.
Lamentablemente
a la fecha, el área de TIC, lleva el peso de una tradición empresarial
generalmente asociada con temas de servicio, soporte y operaciones, un
imaginario que se ha construido por muchos años y que sólo recientemente está
comenzando a cambiar. Este imaginario, muy acentuado en las juntas directivas
se manifiesta en posiciones como:
- “Yo sólo quiero olvidarme de la TI, para concentrarme en el core de mi negocio”
- “La tecnología debe ayudarme a hacer las cosas más fáciles, no complicarlas”
- “Los de tecnología no saben que significa hacer las cosas más rápido, no conocen las presiones que nosotros tenemos”
Cada una de
estas expresiones, manifiesta una lectura fallida de expectativas, una
declaración no efectuada de solicitudes y una lectura del imaginario que cada
miembro de junta tiene respecto de la tecnología y su implementación en las
organizaciones.
Estas premisas
confrontan al ejecutivo de tecnología de información frente a su papel en la
organización, motivando reflexiones exigentes que demandan habilidades nuevas
para modificar el imaginario actual y causar un cambio efectivo en los miembros
de junta, que le permita establecer una ruta alterna y renovada del ejercicio
de su cargo en la empresa.
Todo lo
anterior es equivalente, leído en términos del ejecutivo de seguridad de la
información, pues su evolución ha permeado igualmente su papel en las
organizaciones desde el inicio, fundamentado inicialmente con un lenguaje
técnico de seguridad y control que responde a la operación, semejante a lo que
se define para la seguridad física; que luego se transformó en una gestión de
riesgos y amenazas respecto del manejo de la información y que quiere, hoy dar
el salto a una lectura en términos de negocio, como fuente natural de ventaja
competitiva en un mundo altamente interconectado, instantáneo, incierto e
inestable.
En este
sentido, esta reflexión busca recabar en el imaginario de los miembros de junta
de directiva respecto de la seguridad de la información y los momentos actuales
que se viven en las organizaciones, para establecer algunas premisas de
transformación de tal imaginario que permitan confirmar la expectativa de los
aportes del CISO (Chief Information
Security Officer) como fuente de ventajas estratégicas que protegen el
valor de la empresa y habilitan la creación de nuevos desarrollos de
empresariales.
Aproximación conceptual al imaginario de
los miembros de junta
Generalmente un
imaginario está lleno de creencias, valores y actitudes que hacen parte de la
forma como una persona se aproxima a la realidad y toma decisiones en este
contexto. En este sentido, no es natural que una persona haga evidente estos
elementos y por tanto, se requieren estrategias que permitan dar cuenta de los
mismos, para revelar esa lectura del entorno y sus prioridades basado en estos
elementos subyacentes de los seres humanos.
Los miembros de
junta generalmente vienen de diferentes mundos o mundos conocidos, algunos más
experimentados que otros. Muchos de ellos sometidos a grandes presiones y otros
más recorridos en temas estratégicos creando oportunidades para las empresas.
Así las cosas, un miembro de junta o generalmente conocido como director, tiene
una vista amplia de las organizaciones y procura estrategias que buscan
capitalizar lo mejor de las oportunidades para beneficio de la empresa y por
tanto para engrosar su capital político, fundamento de su actuar en estos
cuerpos colegiados.
No es frecuente
que entre los miembros de junta haya personas conocedoras de las tecnologías de
información o menos de seguridad de la información, ellos saben que son temas
relevantes, pero no cuentan con una lectura completa de dichas temática,
dejando a su experiencia la interpretación de los mismos, encuadrándolos en aquello
que conocen de su larga trayectoria, sin darse la oportunidad de crear un
quiebre que les descubra nuevas opciones y posiciones que renueven sus
creencias respecto de dicho tema.
Así las cosas,
encontramos el analfabetismo digital como una enfermedad recurrente en los
cuerpos directivos colegiados, que tratan de leer el negocio desde la
perspectiva natural de las inversiones, alianzas y utilidades, sin conectar las
relaciones claves de las organizaciones modernas, basadas en información y
conocimiento, las cuales tienen sus redes en los sistemas de información y el
aseguramiento de los procesos de las empresas.
En este
sentido, el imaginario relevante de los directores no lee la variable
tecnología o seguridad, como elemento clave de los negocios, hasta que la inevitabilidad
de la falla logra penetrar y afectar las decisiones que hacen parte de los
planes estratégicos de la empresa. Una fuga de información sensible, una falla
de un sistema de información que compromete información de clientes, una ataque
masivo que deja inutilizada a la empresa, eventos reportados recientemente que
cambian la lectura de la estrategia empresarial y torna la mirada sobre
elementos que siempre habían estado allí y que ahora demandan atención, pues se
pone en peligro no solamente la empresa, sino su capital político respecto del
entorno.
Frente a esta
realidad, el imaginario del director entra en tensión con la lectura del
entorno que le obliga a documentarse sobre qué significa y cómo puede afectar
los destinos de la empresa las variables tecnología y seguridad de la
información. En este ejercicio, que recaba en un esfuerzo particular del
miembro de junta, se percata que existen eventos de alcance internacional que
manifiestan una preocupación en otras juntas directivas y que de alguna manera
vale la pena revisar y analizar en el contexto de su participación actual.
Una vista
parcial y conceptual del imaginario actual de un miembro de junta tradicional,
frente a la tecnología y la seguridad de la información, podría expresarse como
sigue:
Imaginario
|
Tecnología de Información
|
Seguridad de la Información
|
Creencias
( Convicciones del sujeto, a partir de la
información poseída, de que realizando una conducta dada obtendrá resultados,
positivos o negativos, para él – (Escámez, García, Pérez y Llopis, 2007,
p.50) )
|
“Los que soportan la operación”, “Los que arreglan
los equipos”, “Los que nos ayudan para usar el ERP”
|
“Los que instalan los antivirus”, “Los que hacen
lentos los equipos”, “Los que nos restringen la navegación”
|
Valores
( Conjunto
de cualidades que moldea la identidad de las personas que pertenecen a una
comunidad. – (Escámez, García, Pérez y Llopis, 2007, p.20) )
|
Ayudar, Apoyar, Colaborar
|
Restringir, Bloquear, Limitar
|
Actitudes
( Predisposición aprendida para responder
consistentemente de un modo favorable o desfavorable con respecto a un objeto
social dado - (Escámez, García, Pérez y Llopis, 2007, p.50) )
|
Positiva – Si en el pasado ha tenido una experiencia
satisfactoria respecto de un requerimiento solicitado.
Negativa – Si en el pasado ha tenido una experiencia
negativa respecto de un requerimiento solicitado.
|
Positiva – Cuando las medidas de seguridad no se
notan, o son invisibles respecto de las acciones que ellos requieren para
operar.
Negativa – Cuando ocurre un incidente de seguridad
que los afecta a ellos o la empresa, como quiera que la seguridad es algo que
otros hacen por ellos.
|
Tabla No. 1 Revisión conceptual
del imaginario de los miembros de junta sobre Tecnología de Información y
Seguridad de la Información.
En este
sentido, el imaginario que los miembros de junta tengan respecto de la
seguridad de la información será información relevante para establecer la forma
a través de la cual el ejecutivo de seguridad de la información debe
interactuar y por otro lado, para fundamentar la estrategia que permita motivar
un cambio respecto de la temática, apalancado en la relevancia de los
resultados obtenidos y las invariabilidades propias de la gestión de la seguridad
de la información, ocasionadas por la inevitabilidad de la falla.
Cruzando dos imaginarios: la Junta
Directiva y el CISO
Cuando el CISO
no tiene en consideración el imaginario de su junta directiva respecto de su
papel en la organización, no entra a negociar, sino a regatear. Durán (2015) lo
define claramente cuando afirma que:
Lo primero que hay que entender es
que negociar no es una carrera en la que gana el que cruza primero la línea de
meta. Cuando eso sucede, la negociación resultó fallida. Una transacción
exitosa se logra cuando ambas partes traspasan el umbral al mismo tiempo. Es
decir, cuando ambos finalizan satisfechos del resultado y estarían dispuestos a
repetir la experiencia. (…) Cuando en una negociación, alguien se sienta
asfixiado y el otro se sienta el conquistador triunfante, allí no hubo
negociación sino regateo. (Durán, 2015)
En razón a lo
anterior, muchos de los grandes reparos que se escuchan por parte de los
ejecutivos de seguridad, es precisamente que cuando entran al recinto de la
junta, siempre llegan con el marcador en contra, como quiera que hay una
posición dominante, un juicio y lectura que se sobrepone a todo lo demás, que
no deja espacio para motivar una ruta compartida, dado que no son evidentes las
creencias, actitudes y valores que los directores tienen del tema que se
presenta.
Habida cuenta
de lo anterior, se hace necesario que los ejecutivos de seguridad de la
información desarrollen la habilidad para detectar y analizar los imaginarios
de su junta directiva, para establecer una construcción colectiva de lo que
significa la seguridad de la información para la empresa, cómo se percibe en el
ejercicio de los directores y la manera como le permite al negocio una vista
diferente a la tecnología y le plantea referentes novedosos para repensar los
objetivos estratégicos de la corporación.
Por lo tanto,
no se trata exclusivamente de un ejercicio de autoridad e influencia per se del
CISO (como características propias de sus competencias), como lo anota Violino
(2014), sino de comprensión de doble vía con los directores, que dé oportunidad
para compartir y desarrollar una lectura conjunta de la seguridad de la información
en el contexto de los objetivos de negocio, para que en la agenda del CEO
(Chief Executive Officer) (Parakala, 2015) y de la junta directiva, los riesgos
y amenazas de la empresa, como pueden ser entre otros, ataque masivos o ciber
ataques, no se lean como un reto típico de tecnología de información de la
empresa, sino como una oportunidad para repensar la exigencias del negocio y
motivar una vista conjunta de los impactos operacionales y estratégicos de la
compañía.
En
consecuencia, leyendo en clave de seguridad de la información la propuesta de
Marchand y Peppard (2014) respecto de las mentalidades de los gerentes de
negocio y el CIO (Chief Information Officer), podemos advertir algunas
indicaciones que nos pueden ayudar a detectar elementos que los miembros de
junta tienen en sus imaginarios y así comenzar a visualizar mejores formas de
aproximación y aprendizaje del tema de seguridad y control en la organización.
Figura
No.1 Mentalidades de la Junta Directiva y el CISO (Adaptado de: Marchand y
Peppard, 2014)
Reflexiones finales
De acuerdo con el documento de
CTPartners (2015) el CISO del 2020 deberá desarrollar una vista holística de
los riesgos y amenazas que proteja los activos más sensibles de la
empresa, proveer orientación y apoyo a
la junta directiva en para anticipar y responder a las amenazas emergentes, así
como a requerimientos normativos relevantes para la operación de la compañía,
con una postura de influencia y liderazgo ante entes externos de la empresa,
que permita desarrollar una comunidad de contactos que asista a la empresa
cuando eventos relevantes se presenten.
En este sentido, el CISO debe
comenzar a construir un capital político clave que le permita acceder con mayor
facilidad a los miembros de junta y así recabar con mayor precisión en su
imaginario para participar más activamente en la revisión de la estrategia de
la empresa, como custodio y guardián del valor de la empresa, representada en
activos estratégicos de información. Esto se logra, entre otras cosas,
participando en círculos de asociaciones internacionales relevantes del tema o
de su sector, motivando reuniones con actores claves del entorno para compartir
experiencia y apoyando ejercicios de construcción colectiva de referentes de la
industria en sus temáticas particulares.
Si bien el CISO debe tener
habilidades manifiestas de buen comunicador, estratega, motivador y vendedor,
no será suficiente para lograr transformar la esencia de su función y la fuente
de su gobierno, si no logra leer con mayor claridad el imaginario de su junta directiva
o mejor, si no motiva un cambio en el mismo, que le permitan alcanzar mayor visibilidad
de sus actos en el gobierno de la seguridad de la información.
Así las cosas, el CISO debe
trasegar los caminos de los educadores, los cuales permanentemente están abriendo
oportunidades para aprender y buscando maneras novedosas para que sus
estudiantes eleven su nivel de conocimiento y entiendan, que su misión no consiste
en “darle respuesta a todas sus preguntas”, sino “ayudarles a construir mejores
preguntas”, y en este intercambio, dejarse sorprender y anticipar nuevas formas
para comprender la seguridad de la información desde la inevitabilidad de la
falla.
Referencias
Durán, C. (2015) Negociar no es regatear. Forbes México. Recuperado de:
http://www.forbes.com.mx/negociar-no-es-regatear/
CTPartners (2015) GET 2020. CISO 2020. Recuperado de: http://www.ctnet.com/uploadedFiles/CTPSite/Content/Why_CTPartners/Insights_and_Publications/GET_2020/CTP_GET2020BrochureFinal.pdf
Violino, B. (2014) Does Your Title Match Your Authority?. CIO Magazine.
Recuperado de: http://www.cio.com/article/2378982/careers-staffing/does-your-title-match-your-authority-.html
Parakala, K. (2015) What CEO Really Wants From The CIO. Recuperado de: http://www.cxotoday.com/story/what-ceo-really-want-from-a-cio/
Marchand, D. y Peppard, J. (2014) Leadership mindset for IT Success. The European Business Review. April.
Recuperado de: http://www.europeanbusinessreview.com/?p=302
Escámez, J., García, R., Pérez, C. y Llopis, A. (2007) El aprendizaje de valores y actitudes.
Teoría y práctica. Madrid, España: Editorial Octaedro-OEI.
Sabias reflexiones que constituyen verdaderos desafíos para los responsables de seguridad informática, brindando un horizonte esperanzador en la materia. Muy buen material. Felicitaciones
ResponderEliminarUn estudio que hiciste con mucho esfuerzo que agregare a mi biblioteca de temas selectos, felicidades y gracias por tu esfuerzo para la concientizacion en el tema de seguridad.
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