domingo, 22 de diciembre de 2019

Cocinando la seguridad/inseguridad en las empresas: ¿Quién es quién?

Introducción

La gastronomía como disciplina interdisciplinar, más allá de “la preparación y operación de productos alimenticios” es una apuesta que mezcla tanto ciencia como arte, para lograr comprender e impactar el entorno donde sus productos y acciones se hacen realidad. En este sentido, la gastronomía es un fenómeno sociocultural, que conecta las expectativas de las personas y sus raíces culturales, para crear experiencias que le otorgan identidad a territorios locales, regionales y globales, de tal forma que una preparación deja de ser un proceso eminentemente técnico y procedimental, para transformarse en un significado e imaginario lleno de conocimiento e historia (Reyes, Guerra & Quintero, 2017).

En este sentido, el gastrónomo en su formación a parte de dominar las técnicas propias de los cortes, el tratamiento de los productos, los métodos y técnicas de presentación y decoración, métodos de cocción, planeación de menús, la cocina fusión o la cocina molecular, deben conectarse con la dinámica del entorno y la cultura que los rodea, para reconocer la identidad de su contexto y poder recrear preparaciones relevantes y renovadas para comensales y solicitudes que den cuenta tanto de la visión del profesional de gastronomía como de las sensaciones que se esperan (y las novedosas) que se pueden concretar en esa realidad (Reyes, Guerra & Quintero, 2017).

De otro lado tenemos al Chef, una palabra de origen francesa, que revela a aquella persona hecha en la acción de la cocina. De acuerdo con la literatura, para ser Chef no se estudia, se gana el título con años de experiencia y liderazgo en ese espacio vital donde los alimentos, ingredientes y bebidas se transforman en experiencias concretas para comensales de diferentes paladares y gustos (Alonso, 2019). Un chef es un aprendiz permanente, que se enfrenta a la incertidumbre de la preparación de cada plato, que si bien conoce como se debe lograr, cada vez que lo hace tendrá un sello particular para resolverlo con ingredientes distintos disponibles en su espacio vital: la cocina.

Así las cosas, un gastrónomo, formado en la esencia misma de la visión general y particular de la preparación de los alimentos, que domina las técnicas y adquiere maestría en la gestión de los diferentes momentos del proceso de transformación de ingredientes en una apuesta de un plato; se encuentra con un chef, que en su realidad específica y particular sabe como funcionan los detalles y secretos a la hora de concretar un plato. Estas dos figuras, más que entrar en el engaño de la confrontación o comparación (Vincent & Hitch, 2019), buscan crear espacios de colaboración y sintonía donde el efecto final requerido se haga realidad en la experiencia de un comensal en términos de técnica, presentación y sabor.

Si llevamos estas dos figuras al escenario de la seguridad de la información y la ciberseguridad, donde tanto adversario como analista, deben cocinar un plato para sus comensales (grupos de interés), tendríamos que desarrollar en detalle los aspectos de técnica, presentación y sabor que cada uno debe imprimirle a su preparación para lograr la experiencia requerida en sus públicos objetivos, pensando claramente en las sensaciones que quieren crear a partir de ingredientes, utensilios y recetas innovadoras en ese espacio vital denominado empresa, nación o mundo.

Gastrónomo/Chef
Técnica
(Práctica/Destreza)
Presentación
(Venta/Marketing)
Sabor
(Experiencia/Sensaciones)
(I)ngredientes
(Calidad/Frescura)
(R)eceta
(Creatividad/Precisión)
(U)tensilios
(Funcional/Adecuado)
Tabla 1. Marco conceptual de la cocina. Elaboración propia (basado en Reyes, Guerra & Quintero, 2017)

Cocinando las sensaciones de la seguridad/inseguridad

Cuando hablamos de técnica, hacemos relación a la práctica y destreza del cocinero. Si el cocinero lo vemos desde la perspectiva del analista, este deberá alcanzar práctica y conocimiento profundo de los estándares y marco de trabajo en seguridad y control, como base de la preparación de la sensación de seguridad que quiere lograr. Si el cocinero es ahora el adversario, este buscará aprender, reconocer y replicar los efectos de los ataques conocidos, establecer algunos patrones que se pueden reutilizar, y como un chef, recabar detalles y secretos a la hora de concretar la elaboración de un plato especial que busca crear inestabilidad e incierto.

El estudio de la técnica, tanto para el analista como para el adversario, es un momento que contrasta la formalidad con la experiencia. Dos situaciones que se nutren de conocimiento concreto y del desarrollo de competencias; unos buscando certezas para dar respuestas concretas y otros, abrazando el incierto y la sorpresa de los pasos de otros, para desarrollar una ventana de aprendizaje donde el error no es ocasión de señalamientos o sanciones, sino de posibilidad y reto consigo mismo. Cuando alguno de los dos personajes cae en la tentación de la comparación, entran en el engaño de sí mismos, olvidando la esencia de sus propios servicios y platos.

El tema de la presentación está asociado con la venta y el marketing de sus productos finales. De acuerdo con la literatura tanto la venta como el marketing responden a emociones y sensaciones que se producen en el comprador, para se más exactos en la mente de las personas. Se comenta en la sabiduría popular que la “comida entra por los ojos”, en este caso por la experiencia que se tiene frente a las prioridades organizacionales y sus efectos en las apuestas estratégicas de las empresas (Kaplan, Bailey, O’Halloran, Marcus & Rezek, 2015).

Desde la perspectiva del analista, la presentación de sus preparaciones está asociada con sus indicadores de desempeño y su lectura de las expectativas de sus comensales ejecutivos, quienes muchas veces están atrapados en el imaginario de la seguridad/ciberseguridad “del 100%” o del “cero riesgo”. La presentación o venta de las preparaciones de este cocinero por lo general son estándares, con baja creatividad y mucha técnica. Generalmente los comensales terminan degustando un plato que sabe bien (por lo general) pero que no los transporta o conecta con sensaciones distintas que los enganchen y los motiven.

De otro lado, cuando el cocinero es un adversario, la presentación de sus platos responde a un impacto y visibilidad esperado. Esto es, conocer muy bien el paladar de sus comensales y crear con su propuesta, una experiencia que lo conecte con una realidad distinta, inédita e inestable, que le permita captar su atención y asegurar, que de ahora en adelante tiene un cliente más, conectado con su sazón y los sabores que quiere posicionar en su imaginario. Ya no es un plato más, sino una narrativa de amenazas (Parenty & Domet, 2020) que se encuentra en el paladar de sus clientes.

El estudio de la presentación para estos dos roles contrasta dos mundos. Uno el del seguimiento de pautas reconocidas y esperadas, con el de propuestas alternas, muchas desconocidas y arriesgadas, que pueden ser leídas de forma diversas por los comensales. Mientras el analista reconoce la dinámica y expectativas de los ejecutivos, para lo cual configura estrategias de comunicación conocidas y probadas, con las cuales puede crear un canal de comunicación con este cuerpo directivo; el adversario se concentra en crear situaciones desconocidas, desde patrones conocidos, creando combinaciones que no se han probado, sabiendo que las cosas pueden salir bien o tener efectos inesperados favorables o desfavorables.

El tema del sabor esta relacionado con la experiencia y las sensaciones que se producen en el cliente del plato que se sirve. Cuando se analiza esta variable desde la condición de analista, se habla del programa de seguridad/ciberseguridad que se tiene en la organización. Es decir, de cómo los diferentes comensales perciben y se sienten con el servicio, la sazón y el sello del gastrónomo que lo ha desarrollado. Es una lectura que se construye desde la experiencia práctica de la seguridad en la dinámica de la organización, que sabe a objetivos estratégicos, que tiene ingredientes autóctonos de la cultura empresarial y que usa el lenguaje y realidad cotidiana como utensilios básicos en sus preparaciones.

Desde la postura del adversario, el sabor se concreta en las experiencias de sus platos novedosos, llenos de la emocionalidad del vértigo para concretar una acción, y sus efectos en las empresas, en las naciones o en globo. El sabor del adversario siempre lleva un toque de ingredientes inciertos e inéditos (y algunas veces secretos) que hace de sus apuestas en los comensales, experiencias que pueden sorprender o dejar dudas, de acuerdo con la calidad de sus productos, que en este caso son las vulnerabilidades, fallas o errores, donde hace especial énfasis para lograr la sazón que desea imprimir en su preparación.

El estudio del sabor, tanto en el analista como el adversario, tensiona dos realidades: la lectura de la realidad empresarial y la novedad del reto ante lo inesperado. Cuando el analista le imprime un sello y sabor a la ciberseguridad/seguridad de la información desde la confianza, busca concretar espacios para construir con ingredientes conocidos e reconocidos en la cultura de la organización, no para sorprender ni protagonizar, sino para degustar y posicionar un sabor especial en sus comensales, y desde ahí crear preparaciones distintas y novedosas para sus clientes.

De otro lado, el adversario apuesta por sabores distintos, llenos de magia y sorpresa que exigen romper el status quo de la dinámica empresarial y revelar experiencias y texturas que no se habían visto. Esta postura, puede crear una demanda insaciable de novedad que termina cansando a sus comensales, o una práctica necesaria para salir de lo tradicional y mantener siempre la sorpresa del cliente por nuevos sabores.

A manera de resumen se detalla la siguiente gráfica que condensa las vistas tanto del analista como del adversario, frente a la técnica, la presentación y el sabor.

Tabla No.2 Cocinando la seguridad/inseguridad en las empresas. Elaboración propia

Reflexiones finales

Sea un gastrónomo o un chef, un analista de seguridad/ciberseguridad deberá no sólo atender en detalle las técnicas, la presentación y el sabor de sus preparaciones, sino reconocer el fenómeno sociocultural que representa la experiencia de su labor, para que, en la elaboración de sus platos, se advierta la identidad de cada uno, y de esta manera se reconozcan las expectativas de las personas y sus raíces culturales.

Estas dos figuras, para lograr capturar las expectativas de sus clientes y concretar experiencias memorables, deben nutrirse de ingredientes de primera calidad que permitan aplicar las técnicas necesarias de cocción, las propuestas claves para su presentación y el sazón necesario, enraizado en sus costumbres y lecturas particulares de su entorno, para crear sensaciones que conecten a sus comensales con sus propuestas y productos específicos.

La seguridad/ciberseguridad, al igual que la cocina, es un mundo tanto de técnica como de arte. De técnica asociada con la formalidad de los estándares y el uso de tecnologías particulares de protección, y de arte, por la forma como se presenta y se concreta el sabor en la experiencia de sus comensales.

De esta manera, tanto analista como adversario, que hacen parte de una misma lectura del reto de proteger y anticipar, deberán conectar sus propósitos y objetivos sobre una base cultural equivalente, donde cada cliente tendrá expectativas y condiciones previas, que no podrán ser ignoradas, para resolver todo el tiempo el reto natural de una organización o un estado: ¿cómo generar confianza digital a pesar de que un ciberataque es inevitable?

Referencias
Alonso, E. (2019). ¿Chef o Gastrónomo? Universidad del Claustro de Sor Juana. Recuperado de: https://www.elclaustro.edu.mx/claustronomia/index.php/mundo-foodie/item/307-chef-o-gastronomo
Kaplan, J., Bailey, T., O’Halloran, D., Marcus, A. & Rezek, C. (2015) Beyond cybersecurity. Protecting your digital business. Hoboken, New Jersey. USA: Wiley.
Parenty, T. & Domet, J. (2020) A leader’s guide to cybersecurity. Why boards need to lead and how to do it. Boston, MA. USA: Harvard Business Review Press.
Reyes, A., Guerra, E. & Quintero, J. (2017). Educación en gastronomía: su vínculo con la identidad cultural y el turismo. El periplo sustentable, (32), 00009. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-90362017000100009&lng=es&tlng=es
Vincent, J. & Hitch, J. (2019). Winning not fighting. Great Britain, UK. Penguin Random House.

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